OPINIÓN HÉCTOR ZAGAL

Mujeres en los Olímpicos

Desde septiembre del año pasado, el Comité Olímpico Internacional anunció que habría la misma cantidad de deportistas varones que de deportistas mujeres en París 2024.

Esta paridad de género es la primera en toda la historia de los Juegos Olímpicos Modernos.
Esta paridad de género es la primera en toda la historia de los Juegos Olímpicos Modernos. Créditos: EFE
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Desde septiembre del año pasado, el Comité Olímpico Internacional anunció que habría la misma cantidad de deportistas varones que de deportistas mujeres en París 2024. En marzo de este año, se confirmó: 5 mil 250 varones y 5 mil 250 mujeres competirán en un total de 45 disciplinas.

Esta paridad de género es la primera en toda la historia de los Juegos Olímpicos Modernos. Por lo mismo, no es un tema menor. Para que se den una idea, cuando estos juegos iniciaron, en Atenas 1896, las mujeres no tenían permitido participar.

Es célebre la anécdota de la atleta griega Stamata Revithi a quien se le negó competir en el maratón. Aun así, ella decidió colocarse al lado de la pista y correr en paralelo junto con los demás atletas. No llegó primero, pero sí superó a varios varones.

En los juegos de París 1900, las mujeres al fin pudieron participar. Eso sí: de 1225 deportistas, sólo 19 eran mujeres. De hecho, si analizamos el porcentaje de participación femenina en cada edición de los Juegos Olímpicos, apenas en 1952 logró ser mayor al 10%. Hablamos de una época en donde ni siquiera se les permitía votar a las mujeres en la mayoría de los países.

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Cuando se creó la primera Villa Olímpica, también hubo controversias con las mujeres. Este espacio se construyó por primera vez en París 1924 y estuvo pensado como un lugar en donde los atletas podrían alojarse a lo largo de los juegos. No obstante, fue sólo para varones, pues se consideró que la presencia de mujeres podría causar “tentaciones”.

Cuatro años después, en Ámsterdam 1928, las mujeres pudieron participar por primera vez en la prueba de atletismo. Fue una decisión muy cuestionada por personajes como Pierre de Coubertin, el padre de los Juegos Olímpicos Modernos, e incluso por el mismo Papa Pío XI. A su parecer, el cuerpo femenino no estaba hecho para correr tanto.

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Por desgracia, cuando las mujeres participaron en la prueba de 800 metros, cinco corredoras se retiraron sin poder acabar la carrera y otras cinco se desmayaron luego de cruzar la meta. Hoy es evidente que no tuvieron la preparación adecuada, pero en ese entonces, el fracaso de esta prueba provocó que las críticas se agudizaran. Como consecuencia, quedó prohibido para las mujeres volver a competir en una prueba mayor a dos hectómetros, por lo menos hasta los juegos de Roma 1960. Era una época de prejuicios y discriminación.

Es indudable el progreso que las mujeres han conseguido desde entonces. Sin embargo, apenas hace unos años, en Pekín 2008, se terminaron de incorporar pruebas de atletismo en su modalidad femenina. En ese sentido, la paridad de género es un acontecimiento en la historia de los Juegos Olímpicos y, claro, no se habría podido lograr de no haber sido por el esfuerzo que miles de atletas femeninas han demostrado competencia tras competencia.

¡Atrévete a saber! Sapere aude!

@hzagal 

(Oscar Sakaguchi y Héctor Zagal, coautores de este artículo, conducen el programa de radio “El Banquete del Dr. Zagal en MVS 102.5 los miércoles a las 22:00 y los sábados a las 17:00)